Cuando nos referimos desde las esferas planetarias al creador, nos referimos a ÉL. No hemos visto su rostro, pero si hemos escuchado su voz.
Su rostro, es el rostro de todos quienes permiten habitar en él.
Su rostro, es la fuente viviente de todo lo que ves; la esencia del creador refleja inifinta e indivisible cada partícula a tu alrededor, es el flujo sutil y vibrante de la existencia a la vez que es el último suspiro de quién decide liberarse del viaje de la encarnación.
Sentir el sol, su calor, apreciar el suave y profundo toque del creador en el corazón. La luz que abraza la piel; La vibración que fluye dentro de cada corazón.
La sonrisa suave al sentir la vida y su simpleza reflejando el gran don del amor…
¿Has respirado conscientemente hoy? ¿Te has dado unos minutos para apreciar la creación en tu interior? Habitar la esfera cristalina del amor, libera el velo de la mente y de todo aquello que puedes considerar dentro de la creación. así, se abre un nuevo goce, una nueva perspectiva. Una nueva manera de surgir ante la vida, única, sincera, eterna.
La energía del gran sol central emana para así recordarnos el nuevo día como un regalo de nuestro creador que despierta el corazón.
Una nueva oportunidad de elevar y reconocerle en tu interior, Mirarte tal como ÉL te vé. Escuchar como el gran sistema universal te escucha.
Liberar tu voz a la magnificencia de la creación y asi, cantar tu propia canción del corazón.
con Amor,
Anktari
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